¡Venga tu Reino!
Muy estimados en Cristo,
Les hago llegar con gran alegría el archivo que contiene los 33 días de consagración a la Virgen María que he preparado para todos ustedes.
Lo pueden descargar siguiendo esta liga:
En el archivo encontrarán las indicaciones prácticas.
1. La fecha que he elegido para iniciar es el 11 de mayo para poder acabar 33 días después, el 12 de junio, en la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús y así, hacer la consagración al día siguiente, el 13 de junio, fiesta del Inmaculado Corazón de María. Si recibes este archivo tarde, empieza cuando puedas y al final, consagra tu vida. La fecha no es lo importante sino la actitud de tu corazón. En el archivo encontrarás una tabla con otras fechas significativas, pero como digo, lo importante no son las fechas sino nuestro corazón.
2. Sí quiero aclarar que la consagración se puede iniciar en cualquier momento. Se trata de 33 días seguidos para en el día 34 hacer la consagración.
3. Este tipo de devociones no son mágicas. Si uno no alcanza a hacer un día puede retrasar la consagración un día o también hacer dos días en uno. Lo importante es la preparación del corazón no el hacer “materialmente” bien todo.
4. Es una pedagogía de preparación del corazón que dura 33 días. Se trata de ir dejando que el Espíritu Santo vayan tocando nuestro corazón para acompañar a María quien siempre nos llevará a Cristo: “Quién siembra en su corazón a María cosechará siempre a Cristo”
5. El día 34, es el indicado para hacer la consagración a María. En el archivo encontrarán la consagración de Juan Pablo II y también les he compartido la que yo hice en Fátima antes de entrar en el seminario. Les sugiero escribir su propia consagración para que sea un acto personal de corazón a corazón
6. En el archivo comento que la consagración del día 34 se debe hacer después de Misa. Es lo ideal para que bien confesados y con la Eucaristía en el corazón, pongamos todo en manos de Jesús a través de María. Si uno no puede participar en la Misa, no pasa nada, pueden hacer la consagración igualmente. Lo mismo, si uno no puede confesarse por su situación matrimonial, sí se puede consagrar a María.
7. Yo te acompañaré con mis oraciones. Comparte con tus contactos, comunidades, grupos parroquiales, etc… este archivo de consagración y si tienes tiempo, no dejes de compartirme tu experiencia.
Con mi bendición y oraciones,
P. Guillermo Serra, L.C.