domingo, 26 de julio de 2015

ORACIÓN POR LOS ABUELOS




De cabellos de plata y corazón de oro
De mirada llena de bondad 
y palabras colmadas de sabiduría.


De silencios que hablan de prudencia
y cientos de consejos
para no errar en el camino.


Abuelos que son padres,
con amor que redobla en entrega
que es otra vez abrazo, cuidado
y excesivo cariño.


Abrazos y mimos que nunca faltan
en aquellos que hoy, son sus elegidos:
Nietos que buscan sin medidas esos tiempos
refugiados en sus cariños.


¡Quién como ellos para hablar de Amor desinteresado que es sostén y es abrigo!
Hoy Señor, te pido por sus corazones, su salud y todos sus caminos
Restablece sus cuerpos enfermos,
dales salud y largos años entre sus hijos;
fortalece sus almas y dales tu gracia
y bendición para que disfruten
de sus años en familia.


Cólmalos de alegrías siempre nuevas
y sana aquellas heridas del corazón,
que con el paso de los años han quedado
como huellas del tiempo en sus recuerdos.


Danos a nosotros la gracia:
De amarlos también sin medida,
de entender sus silencios, sus “caprichos” y “vueltas”.

Que nunca falte nuestro corazón agradecido.
Que nuestras manos se conviertan

en sostén, caricia y también abrigo.

Que nunca sientan la soledad
mientras tengan sus hijos,
más descubran que el amor que han dado,
hoy es tesoro que sus hijos
guardan como herencia aquí y en Cielo.

Que el amor no les falte, tu bendición
y cariños.

Que se sientan felices de haber recorrido
parte del camino, sostenidos siempre por tu Mano
que fue Misericordia y Providencia en su destino.


Abrázalos Padre Dios,
y hazlos sentir felices,
Fuertes y llenos de tu amor divino,
y a nosotros danos vida y amor
para retribuirles, de alguna manera,
tanta vida, y tanto amor
que nos han dejado
marcado a fuego en nuestros corazones
como sostén e incondicional ayuda
en este camino.


Bendice hoy Señor
a todos los abuelos.




(Del libro Jesús a mi alma. Autor: P. Guillermo Serra, L.C.)
©Padre Guillermo Serra, L.C. 2015



viernes, 24 de julio de 2015

ORACIÓN DE UN MATRIMONIO EN DIFICULTAD


Venimos Señor con un corazón abierto
Con la esperanza de sanar nuestra comunión
La que firmamos con alegría e ilusión
El día de nuestro matrimonio


Ha pasado ya tiempo desde que iniciamos
Esta aventura con confianza y amor
Nos hemos reído, abrazado y besado
Pero ahora nos reconocemos enfermos


Sí, enfermos de amor, ya no sentimos
Lo que al inicio fue un paraíso de pasión
Ahora cada día es un lento avanzar
En la conquista de nuestro corazón herido

Ayúdanos a perseverar en nuestra entrega:
Que donde haya infidelidad
Uno sepa perdonar y el otro reparar
Que donde haya odioPongamos una gota de amor
Que donde haya silencio y rencor
Pongamos una palabra de esperanza
Que donde haya miedo y violencia
Pongamos un gesto de cariño

Enséñanos a vivir las tres “Cs” del matrimonio
Cariño, comunicación y comprensión

Cariño forjado con la voluntad
Y no solo con el sentimiento
Que la esposa sienta el calor de los detalles
Que el esposo sienta el consuelo del reconocimiento

Comunicación que se haga desde dentro

Palabras que escuchen más que hablen
Corazón que se una al del otro en silencio
Miradas que recuerden la del primer día

Comprensión que es quererse como somos
Tomarse de la mano y mirar juntos en la misma dirección
Desprenderse de todo afecto que se no sea recto
Crecer para ser mejores no solo mayores

Líbranos de las sirenas egoístas de nuestros sueños
De todo lo que perturba el dar sin buscar recibir
Crea en nosotros un corazón nuevo, como el tuyo

Por último te pedimos fuerza para levantar juntos la mirada
Hacia la prueba más grande de amor que nos diste
Que mirando al crucifijo nos recuerdes
Que el vino mejor siempre está por llegar
Si juntos nos esforzamos por llenar esas
Seis tinajas del agua de nuestra humanidad

(Del libro Jesús a mi alma. Autor: P. Guillermo Serra, L.C.)
©Padre Guillermo Serra, L.C. 2015

domingo, 5 de julio de 2015

ORACIÓN POR MI HIJO ADOLESCENTE


Señor, tengo un hijo adolescente
Te pido por él
Para que
te llame desde su soledad y necesidades,
Para que yo, sepa entenderlo
y no se convierta en un enigma
para sí mismo ni para mí.
Que sepa comprender
sus risas, sus cambios de humor
y sus rabietas.
Que interprete y acompañe
sus cobardías, ambiciones, amores y hasta rencores.
Que sea luz y ejemplo,
compañía y seguridad
que marque los límites con firmeza y seguridad
sabiendo a la vez darle
alas para forjar lentamente su destino.
Dame un corazón lleno de amor
para dar sin medidas.
Y un corazón que no tenga dibujados los tiempos.
Dame tu luz, tu gracia y tu amor. Los necesito.
¡Tu Luz! Para ver claro el camino, el futuro,
y ayudarle a descubrir sus
posibilidades y limitaciones,
para que crezcan con alas seguras
y corazón dispuesto a ser valiente
Para amar y ser responsable
de su vida y quienes tienen a su lado.
Dame fuerzas Señor, para ver crecer a mis hijos
y sostenerlos con mano segura
Hasta que un día...
levanten su vuelo.
Amén.

(Del libro Jesús a mi alma. Autor: P. Guillermo Serra, L.C.)

©Padre Guillermo Serra, L.C. 2015