LA ORACIÓN DE LOS CINCO SENTIDOS
la oración de los cinco sentidos es una invitación a dejar que la presencia de Cristo se haga viva en cada una de los sentidos de nuestro cuerpo para que desde ese contacto los podamos elevar a los sentidos del alma.
La humanidad y divinidad de Cristo se nos ofrece en la Eucaristía,
memorial de su Pasión, muerte y resurrección. ¿Cómo rezar ante Cristo presente en la Eucaristía utilizando los cinco
sentidos?
VISTA
“Te miro Señor y sé que tú me miras. Me conmueve tu soledad, tu
vulnerabilidad. Deja que mis ojos te acompañen. Son ojos limitados, débiles y pecadores,
pero quieren descansar en ti. Acoge mi mirada como un deseo de verte siempre en
toda la creación, en todas mis relaciones, en todas mis miradas. Quiero que tu
Eucaristía, que tú Señor, aquí presente seas mi filtro. Ver todo y mirar a
todos contigo y a través de tu presencia. Purifica mi vista, afina mis ojos.
Ayúdame a dejar que la fe siempre los limpie y los proteja de cualquier
atracción al mundo. Que mi mirada sea honda y profunda para que siempre
transmita paz, amor, serenidad y alegría.
Mirarte cada día es gozar de esos ojos color de cielo. Esos ojos tuyos
que me hablan del Padre, me transforman el corazón y me enseñan ternura. ¡Mirada de Dios, ojos benditos de Cristo,
purifica mi vista y fíjala siempre en la tuya!”
OÍDO
“Escucharte es hacer silencio y abrir mis oídos interiores. Es acallar
mi corazón para escuchar por amor el tuyo. Es cambiar el ritmo de mis latidos
para adaptarme a los tuyos. Unir mi
voluntad a la tuya. ¡Tú silencio me dice tanto! Es compañía, recuerdo,
fortaleza, idioma fecundo que llena mi vida. La Eucaristía es tu Palabra que se
vuelve eco de amor: Te amé, te amo y te
amaré: aquí estoy para sostenerte y hablarte palabras de vida eterna”.
En silencio quiero poner orden en mi vida. Quedarme con lo esencial,
desechar ruidos, noticias, sueños y planes que no me dejan escucharte. Mi oído
interior aprenda a hablar tu mismo lenguaje: el de los hechos, el de las obras.
Quedarme contigo, acompañarte. Escuchar tu mirada y ver tus palabras viajar de
tu corazón al mío. ¡Palabra de Dios,
amor sostenido en silencio, habla a mi corazón!”
OLFATO
“Con tu Encarnación Señor me
has enseñado la fragancia de la eternidad. Te has querido hacer alimento
cotidiano, olor familiar tan necesario. Hueles a hogar entrañable, a recuerdo
perfumado de Pan hecho vida de mi vida. Pan caliente, recién salido del horno
del sacrificio de tu amor misericordioso. Eucaristía del amor.
Que mi alma te alabe por el
perfume de la rosa, el jazmín y la azucena. Ellas me ayudan a sensibilizar mi alma
y a bendecirte por tan hermoso frescor. Pero sobre todo que mi alma te alabe,
bendiga y agradezca por el perfume de tu Eucaristía: Cuerpo y Sangre de todo un
Dios, aroma de humanidad divina que me lleva hasta la cima del dolor y me
permite contemplar el paisaje eterno de tu amor.
Quiero respirar hondo y
disfrutarte. Olor suave, paciente, manso y cercano. Perfume delicado, tierno y
eterno. ¡Aroma de Cristo, Palabra
Eterna, fragancia de eternidad, inunda mi corazón de tu presencia!”
TACTO
“Señor, tú sabes que no soy
digno de que entres en mi casa, tampoco de tocarte, me basta con rozar el borde
de tu manto para ser sanado. Quiero tocarte con la fe y sobre todo dejarme
tocar por tu presencia, por tu mirada, por tu Palabra y por el aroma de tu
amistad.
Tu mano en mi mano, tu
caricia en mi rostro. Mis manos en tus heridas para curarte y consolarte. Mis
rodillas al suelo para lavarte los pies con las lágrimas de mi arrepentimiento.
Déjame sentir el frío del suelo a cambio de escuchar de cerca el latido de tu
corazón. Que entienda que el mundo es frío, la tierra es dura pero a tu
costado, todo lo calientas, todo lo suavizas, todo lo puedo llevar si me tocas
con tu amor inefable y misericordioso. ¡Ternura
del amor de Dios, mano que me levanta, me acaricia y me perdona, sostenme
siempre en tu presencia!
GUSTO
“Te espero con anhelo cada
vez que te miro para poder recibirte. Sabes a pan y vino pero eres Tú presente,
vivo y eficaz. Sabías que me asustaría comerte y con humildad te quedaste en
los accidentes para hacerte más cercano, más mío y así, sin apenas yo darme
cuenta, al tenerte ya en mi corazón, tú me harías más tuyo. Gracias por tanta
delicadeza.
Sabes a tierra pero eres
eternidad encarnada. Eres uno de los míos y me quieres uno de los tuyos.
Ayúdame a recibirte siempre con reverencia, con fe, con esperanza y caridad.
Gustarte es prepararse gozosamente para el banquete más importante. Es cuidar
todos los detalles de mis otros sentidos para poder acogerte como huésped:
limpiar mi corazón, perfumar mi alma, purificar mi vista, silenciar mi oído,
suavizar mi tacto.
Gracias por ser tan
necesario, tan cercano, tan mío, tan nuestro. ¡Cuerpo y sangre de Cristo, alimenta mi cuerpo y santifica mi alma para
que guste siempre de las delicias de tu amor!”
Una plegaria muy bella, gracias y que Dios lo siga bendiciendo
ResponderBorrarPadre Guillermo estas Grandes Verdades estas Poderosas y Benditas Oraciones me an Servido tanto para hablarle a una hija de Dios y con su Ayuda Ella pudo comprender y fue por tel esta en otro Estado Padre Gracias Dios Sacramentado le Llene sus pensamientos su Alma su Corazon de Santidad y muchas Almas Salvar atravez de su humildad su Amor ala Humanidad y su Entrega tan Grande Padre Guienos y Juntos iremos hasta los Confines de la Tierra esparciendo Amor y Salvacion Todo el Honor y Gloria a mi Cristo Dios lo Bendiga y le envio mis Oraciones en Cristo y Maria Amen. Marisela Padilla.
ResponderBorrarDios Amado que Tu Gracia y Amor nos acompane Siempre Amen..
ResponderBorrarbellisima oracion Padre gracias por compartirla. es como una enseñanza, para que pueda aprender a rezar como todas la gente.
ResponderBorrarFelicidades por esta nueva iniciativa y que Dios le siga iluminando para que con todos sus sentidos siga fortaleciendo la fe de muchos.
ResponderBorrarDios lo bendice Padre Guillermo. Bellísima plegaria. Doy gracias a Dios por haberme puesto en su camino.
ResponderBorrarAmen
ResponderBorrarBendiciones, padre Guillermo y gracias por enviarnos sus oraciones. Que Dios le siga regalando el don de escribir.
ResponderBorrarDios lo bendiga Padre Guillermo y por favor no deje de escribir que sus escrito nos acercan mas a Dios.
ResponderBorrarEdgar Laviada A. Mérida Yucatan Mexico.
San Antonio de Padua.
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BorrarOh Amado Jesús mio....cuánta hambre y necesidad tengo de Ti!
ResponderBorrarHola Padre Guillermo acabo de vivir el retiro virtual hace un año no lo termine no sabia como ponerlo en el celular y ahora no tengo celular y tome prestada la computadora de mi esposo asi que lo vivi completito me encanto aunque me hubiera encantado vivirlo personalmente como las personas que estaban en la capilla delante del Santisimo, muchas gracias Padre porque cada dia usted se sigue preocupando porque seamos mas unidos a Dios yo me robo sus escritos en la pagina de facebook y los envio a mis hermanas que son parte de una comunidad aca en Guadalajara Jal. y tambien los envio a Sta Barbara Ca. que es donde esta otra de mis hermanas ella tiene un grupo de personas que estaban muy alejadas de Dios y gracias a sus mensajes muchas han vuelto al camino del Señor ahora solo me faltan mis hijos que aun se rien de mi de lo que les digo de DIOS se alejaron y no he podido hacer que vuelvan a ir a misa a orar pero no pierdo la Esperanza en mi Señor se que un dia como San Agustin de Hipona mis hijos cambiaran!! muchas gracias por todo Padre le envio un gran abrazo en Cristo y Miles de Bendiciones ruegue por nosotros Padre x favor!!!
ResponderBorrarQue mis 5 sentidos con Tú gracias, sean utilizados partidos y entregados según la voluntad Divina. Que yo sepa escucharte y agradecerte siempre Tú amor hacia mi y la humanidad. Gracias Por. Guillermo. Desde que he comenzado con los 40 días en el desierto me siento rara. Quiero permanecer en el silencio para encontrar a mi amado , que aunque aún no lo oído hablarme se que está junto a mí en silencio.BENDITO Y ALABADO SILENCIO. he me aquí.
ResponderBorrarCuanta inspiración sólo ha de venir de un inmenso amor. Amor que mi corazón, aunque no lo merezca quiero dar y recibir de ti mi señor.
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